Nuestras "Guerras Carlistas"



 Introducción 



 En la primera guerra carlista (1833-1840) se dirimiría la sucesión a la corona de España entre Isabel de Borbon hija de Fernando VII y Carlos María Isidro de Borbon, hermano de este. Las revueltas en diferentes lugares por el descontento general, dada la situación económica por las malas cosechas del campo, el desgobierno así como la desamortización de los bienes de la iglesia, pasaban los campesinos por esta causa, de arrendatarios, de estas tierras a asalariados o a ser expulsados de los campos que hasta la fecha habían cultivado esto hacia , que los partidarios de Carlos fueran muy numerosos, beligerantes y activos al estar descontentos por la desastrosa situación que sufrían. 


 


  La primera guerra Carlista.


 En 1837, en plena primera guerra carlista el recinto fortificado de La Segarra, era controlado por las tropas carlistas, su fortificación y situación harían de La Segarra un enclave privilegiado para sus tropas. Desde este enclave se controlaría el acceso a esta comarca del Maestrazgo (Castellón y Teruel) desde la costa. 


 El 26 de octubre del año 1837, las tropas isabelinas, entre las cuales estaban tropas de infantería de línea de los siguientes regimientos: 
  • Regimiento de Infantería de Línea Princesa nº 4. (Tercer Batallón) 
  • Regimiento de Infantería de Línea Córdoba nº 10 (Tercer Batallón 
  • Regimiento de Infantería de Línea San Fernando nº 11 (Tercer Batallón) 
  • Regimiento de Infantería de Línea Mallorca nº 13 (Tercer Batallón 
  • Regimiento de Infantería de Línea Almansa nº 18 (Tercer Batallón) 
"Cada Regimiento contaba con tres batallones y cada batallón estaba formado por 8 compañías, de las que seis eran fusilemos, una de granaderos y otra de cazadores, además de una de deposito, encargara de recibir a los nuevos reclutas y darlas la instrucción preparatoria. (Cada compañía no podía ser inferior a 52 soldados) ."

 El 25 de octubre del año 1837, el ejercito Isabelino procedentes de San Mateo, a las ordenes del General Marcelino Oraá y del General Borso di Carminati (con mercenarios extranjeros) asediaban y acosaban desde el día anterior  a las tropas carlistas, que partiendo desde Cati hacia Vilar de Canes cruzando la Rambla Carbonera hasta tomar el Camino Real en dirección a Cantavieja guerrearón hasta la liberación de esta población de las tropas carlistas. 

Durante todo el camino hacia Vilar de Canes las tropas isabelinas fueron asediadas por los tiradores carlistas, empujándolos hacia la Rambla Carbonera, la cual obligatoriamente tenían que cruzar para tomar el Camino Real hacia Cantavieja. 

Posiblemente en la Rambla Carbonera, en las inmediaciones de La Segarra, en el “Camino de Cati”, el cual une entre otras las localidades de Cati y Vilar de Canes, apenas a 200 metros antes de cruzar el Camino Real, se desarrollaría una importante acción de guerra, en la cual se verían enfrentadas las tropas carlistas y isabelinas. 

Cabrera conocedor que Oraa había dejando la artillería en Vinaroz y de los entresijos de estas tierras lograría reunir en las inmediaciones de la Rambla Carbonera a un numero importe de sus tropas con el fin atacar a las tropas isabelinas y evitar que estas tropas, pudieran encaminarse hacia Cantavieja para su liberación. 
Soldados Carlistas con la bandera de Cabrera

La acción o batalla tuvo que ser encarnizada a tenor de las bajas que las tropas carlista y isabelinas reconocieron. 

Ramon Cabrera el 26 de octubre del 1837 escribiría parte desde el Cuartel General de Vilar de Canes (La Segarra) a la Comandancia General de Aragón  Valencia y Murcia.- Excmo. Sr. Ministro de la Guerra, en el cual describe como perdidas de sus tropas; “ la muerte de D. Tomas Sanarau, capitán de Cazadores del Cid y 5 voluntarios muertos en el campo y 8 en Benassal a consecuencias de sus heridas, 6 oficiales y 47 de la clase de tropa heridos”. 

Asimismo el General Marcelino Oraa, escribiría también el 26 de octubre del año 1837 parte desde Atzaneta al Excmo. Sr. Secretario de Estado y Despacho de la Guerra, en el cual describe como perdidas de sus tropas; 1 oficial, 9 individuos de tropa muertos, y otros con 70 soldados heridos, sin duda 

 Los mencionados partes que no tienen desperdicio alguno por su detalle minucioso de lo ocurrido en dicha acción, se transcriben literalmente a continuación: 
 Parte Carlista (Ramón Cabrera): 

“Comandancia General de Aragon, Valencia y Murcia.- 

 Excmo. Sr., con esta fecha digo al Excmo. Sr. Ministro de la Guerra lo que copio.- 

 Refiriéndome a cuanto tengo que manifestar en mi comunicación anterior sobre la intención del enemigo en reconquistar Cantavieja y de haber obligado a la división de vanguardia mandada por Borso a retirar hacia Vilafranca, sabedor de que el rebelde Oraa se hallaba en disposición de emprender el movimiento, ordene al brigadier D. Emilio Moreno que con dos batallones ocupase y defendiese el interesante punto de Ares caso de ser atacado; que el coronel Tallada con igual fuerza tomase posición en las gargantas que dominan la embocadura o rambla camino de Benassal; que el de igual clase D. Vicente Barreda con el 4 y 5 de Valencia se situase en Cati, quedando yo en Chert con dos batallones de Tortosa y 1ª de Mora para seguir mas de cerca el movimiento de Oraa, que dejo en Vinaroz los trenes de artillería y en Peñiscola la mayor parte de los comestibles, llevando solo un convoy de víveres en acémilas para abastecer la plaza de Morella, y desde allí pasar a formalizar el sitio a la de Cantavieja, en cuyas inmediaciones debían reunirse todos los aprestos para esta expedición. El 23 fue pernoctar con unos 10.000 hombres de todas armas a Sant Mateo, descanso el 24 y continuo ayer la marcha por el atajo a Cati, donde la fuerza de Barreda le recibió con un fuego vivo y sostenido dirigido por mi ayudante D. José Domingo; poco después llegue con 3 batallones al combate y obligamos al cabecilla Oraa a establecer el campo junto al pueblo, en el que alojo parte de su gente; la mía a pesar del frío y fuerte viento permaneció a la vista. Entre seis y siete de la mañana, ordenaba a sus masas de infantería y caballería continuo la marcha por la Carretera de Ares y Benassal, pero hostigadas por los fuegos de elegidos tiradores por retaguardia (que mandaba Nogueras, el verdugo de mi madre) y costado derecho, las obligaron a marchar con primicias por las crestas de los montes. Esto junto a la resistencia inesperada que hallo al querer penetrar por la rambla, me dio tiempo a concentrar mis batallones, establecer la columna de ataque y formar reservas para apoyar a las del Turia mandadas por el coronel Tallada, trabándose desde luego un reñido combate que puso al enemigo en precisión de variar su rumbo y dejando el camino que llevaba a la derecha para Villar de Cañes, Ataques repetidos hicieron conocer a Oraa junto a este pueblo la necesidad de formar sus masas para proteger el desfile del abagaje y caballería. Aunque entrada la noche fue molestado de continuo en su retirada hacia Adsaneta, y no hacia Morella según vociferaba y tenia proyectado en tanto aparado de fuerzas y de pertrechos de guerra. Su derrota hubiera sido inevitable pernoctando en Villar de Canes, hubiera tenido tiempo el brigadier Forcadell de llegar con su división. No obstante lo escabroso del camino no le permitió ni marchar ni llevar mas frente que el de desfilada, quedan frustradas las combinaciones del caudillo rebelde para la reconquista de Cantavieja y abatido el orgullo de los ilusos que le acompañan (entre ellos los mercenarios extranjeros de Borso) por 5 escasos batallones, única fuerza que ha tomado parte en el combate, de cuyas resultas le ha quedado fuera de combate mas de 500 hombres, según me lo aseguran los 7 bagaderos que con cargas del convoy han sido presa de mis ordenanzas. Ha consistido mi perdida en D. Tomas Sanarau, capitán de Cazadores del Cid y 5 voluntarios muertos en el campo y 8 en Benassal a consecuencias de sus heridas, 6 oficiales y 47 de la clase de tropa heridos. Rasgos de valor en unos y otros han señalado este día de gloria para las armas del Rey N. Sr., Las clases todas, aunque debilitados por no haber tomado en tres dias mas que patatas, que comían crudas muchas veces, y fatigadas del continuo y violento ejercicio, han rivalizado para cumplir sus deberes y llenar mis deseos. Miro justo la propuesta de premios que mandare a V.E.,con el parte detallado, para que sirva elevar el conocimiento de S.M., la victoria que han conseguido sus esforzados y valientes defensores, dignos todos de la soberana consideración. Dios, etc. 

Cuartel General de Villar de Canes 26 de octubre de 1837.- 

Excmo. Sr. Ramón Cabrera.- Excma. Junta Gubernativa de estos reinos”. 

Parte Isabelino (Marcelino Oraa): 

“Ejercito del Centro.- Plana Mayor.- Sección 3.— 
Excmo. Sr.- 

Al romper el día he salido de Cati, llevando a retaguardia la segunda división al mando del general D. Cayetano Borso de Carminati, el convoy en el centro, y la primera división con un escuadrón a las ordenes del general D. Agustin Nogueras a retaguardia: otros 2 escuadrones marchaba a la cabeza y otros en el centro del camino que hasta el pueblo de Villar de Cañes pasa por una espaciosa llanura lo han seguido las tropas en dos columnas paralelas, formando otra tercera a la izquierda de ambas en convoy y equipajes. En el referido pueblo, situado en la garganta de una cordillera que era preciso atravesar, tuvo que hacer alto la división de Nogueras para dar lugar a que desfilase la segunda y el convoy, y al efecto este genera hizo tomas posición a sus batallones a la derecha del camino. Desde que emprendí el movimiento fueron molestando la derecha los tiradores enemigos, mas nuestros cazadores fácilmente rechazaban sus débiles esfuerzos. El tiempo que tuvo que detenerse la primera división por el paso del desfiladero lo aprovecho el enemigo, que siempre había marchado a mi derecha, para reunir sus fuerzas y cargarla con vigor, serian 8 batallones los que intentaron cortar la columna y envolver su retaguardia. El general Nogueras rechazo el ataque que del llano con la primera brigada de sus división y un escuadrón de la Reina, y otro del 4º ligero, escalonada la otra brigada en sus posiciones de la derecha, rechazo también el ataque del centro, y en seguida toda la división emprendió su marcha hacia la Torre de Embesora, donde ya había llegado la de vanguardia y el convoy, hasta la entrada de la noche fueron picando los facciosos la retaguardia; y aprovechando el terreno los jefes de los escuadrones citados les cargaron con fruto en varias ocasiones, mientras la infantería convenientemente situadas en las alturas laterales les escarmentó también obligándoles a desistir de su empeño; de modo que desde la Torre de Embesora siguió la marcha sin novedad, alojándose a las dos de la mañana en este pueblo las ultimas tropas. (aquí se elogia el comportamiento de estas)-Segun me ha informado el general Don Agustin Nogueras, los jefes de los cuerpos, los oficiales de P.M. Y ayudantes de campo han transmitido sus ordenes y han procedido a su ejecución con un valor, celo y exactitud que nada le han dejado de desear.- Nuestra perdida ha consistido en 1 oficial, 9 individuos de tropa muertos, y otros con 70 soldados heridos. No tengo datos para calcular con exactitud la del enemigo, pero según los informes que he recibido es muy superior a la que han experimentado las tropas nacionales. Dios guarde, etc. 

Cuartel General de Adsaneta 26 de octubre del 1837.- 

Excmo. Sr. Marcelino Oraa.- 

Excmo. Sr. Secretario de Estado y Despacho de la Guerra.” 

 El ataque de Cabrera obligo al parecer a Oraa a que desviara su camino a Atzaneta, (Lugar desde el cual se encamino a Teruel, destinando una columna al mando del brigadier Abecia para hacer frente a Cabañero que amenazaban los fuertes del bajo Aragón  Cabrera acantono sus batallones en Villar de Cañes y Benassal, mando a los jefes que estuviesen prontos a marchar en el momento de recibir avisos y acompañado de sus ayudantes y ordenanzas corrió a Cantavieja). 
Marca del ejercito de Cabrera sobre un arco en el Mas de la Segarra.



 La Segunda Guerra Carlista.1846-1849


Francisco de Assis
En septiembre de 1846 como a consecuencia de todo este descontento y el matrimonio entre Isabel con Francisco de Assis, después de fracasar el intento de casar el pretendiente Carlos Luis de Borbon con esta, se realiza una alianza entre carlista y republicanos que tiene como consecuencia mas importante el comienzo de la segunda guerra carlista, llamada también de “Els Matiners”.

 Es Carlos Luis de Borbon, Conde de Montemolin (Carlos VI) el pretendiente a la Corona de España que inicia y capitanea las fuerzas Carlistas. Pero esta guerra tiene lugar en Navarra, País Vasco. Aragón y Cataluña, lleva también a las comarcas del norte del País Valenciano. 
D. Carlos con su ejercito
 La Segunda guerra es nombrada como de “Els Matiners” `por la estrategia de las fuerzas carlistas, es, una guerra de columnas, donde cada ejercito solo dominaba el lugar que ocupaba temporalmente, entraban muy de mañana en los pueblos, habiendo caminado durante la noche, era una forma de no ser vistos y atacados por el enemigo, así procuraban entrar al mayor numero de pueblos y ciudades a fin de proveerse de comida, otros materiales necesarios y reclutar nuevos adeptos para la causa. 

 La guerra en esta zona duro poco porque la partida republicana de Castellón acabo pronto y la mayoría de “Els Matiner” se acogieron al indulto concedido por el Gobierno. 

 La Segunda Guerra Carlista duro entre 1846-1849. 

 El 26 de noviembre del año 1847, por Real Orden se conceden recompensas a los componentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón, (Coincidiendo con el primer mandado del Duque de Ahumada en la Dirección General), los cuales capturaron a una partida armada (Posiblemente carlistas) autores del secuestro del Alcalde de Villar de Canes, el cual fue rescatado. 

 A mediados de 1848 apareció en Catalunya una facción carlista, regresada de Francia a la sombra de la república Francesa e Italiana, llamada “Dels Matiners”, por que amanecía por sorpresa y de mañana en los pueblos, después de haber caminado toda la noche. 

 Esta facción atravesando el Ebro, vino al Maestrazgo, por cuyo motivo se cerraron otras vez los pueblos como en 1844, ( D. Juan de Villalonga, Capitan General de Valencia, se instalo en San Mateo con el fin de hacerse cargo personalmente de las tropa isabelinas en su lucha o guerra contra los carlistas. El 27 de abril del año 1844 D. Juan de Villalonga, dictaría un importante bando que remitiría a todas las localidades de estaban integradas en el cerco denominado carlistas, entre ellas Vilar de Canes, el cual repercutiría de forma inevitablemente entre los carlistas, en su extenso articulado destacaría; el estado de bloqueo en diversas localidades entre ellas Vilar de Canes., el cerramiento de masias, ermitas, etc, durante el noche, la prohibición de conducción de géneros de comer y beber por caminos, situados en el mencionado cerco, etc.), se realizaron batidas, que no tuvieron efecto en razón de haberse acogido a indulto dicha facción de “Matiners”. 

 La faccion “Dels Matiners” duro poco, ya que la mayoria habían solicitado el indulto gubernamental. 

 Entre los últimos “Matiners” estaba el Coronel Ramon Fabregat Dalmau “Alias Buena”, que no se acogió al indulto gubernamental. Ramon Fabregat lideraba una pequeña partida, la cual por tener pocos miembros, no podía realizar operaciones militares de importancia, y para poder sobrevivir, tenían que realizarlo obligatoriamente a costa de los habitantes de las masías o pueblos por donde pasaban y en los cuales normalmente no existían fuerzas de orden publico. 

 La situación de peligro, inseguridad y estar expuestos en todo momento a la perdida de sus bienes y más en una época escasa, no agradaría a nadie. Por este motivo y también movidos por enemistades personales, afección al bando contrario o simplemente por congraciarse con los vencedores y posiblemente ganarse alguna recompensa, dio lugar a la aparición de gentes denominadas ”peseteros”, los cuales revelarían al General liberal Alberto Rodriguez, la presencia de la partida en la venta de La Segarra y planearan la estrategia para capturarlos, Esta revelación se realizo en la Masia L’Arranque (Situada al margen derecho de la Rambla Carbonera, en el termino Municipal de Benassal, y a unos 6 kilometro de La Segarra), donde al parecer este General tenia una amante. 

Seria a principios del mes de junio de 1879, cuando siete miembros de la partida carlista liderada por el Coronel D. Ramon Fabregat Dalmau, conjuntamente con otras personas que al parecer se hacían pasar por compañeros, fueron a comer a la taberna de La Segarra. (Parece ser que los miembros de la partida de Ramon Fabregat, iban a comer muchos días a la Segarra, circunstancia que hacia fácil su localización y captura). 

Los miembros de la partida de Ramon Fabregat estaban comiendo (Sobre una mesa de piedra, aun existente), a excepción de un miembro de la partida que al parecer por un grano muy molesto no se podía sentar, o tal vez no estaba tranquilo y vigilaba por iniciativa propia o por orden de jefe de la partida, en un momento dado este salió de la taberna a la calle dando aviso a sus amigos de la presencia del enemigo diciendo como ultimas palabras “sálvese quien pueda”, escapando rápidamente del lugar, los otros seis se quedaron en la cocina donde los delatores, preparados como iban con pistolas mataron rápidamente a tres. De los tres que quedaban uno se salvo, situándose detrás de Josefa Pastor, (Ama de la taberna la cual tenia un hijo pequeño en brazos), los otros dos subieron rápidamente a las estancias superiores de la mencionada taberna, cosa que también pudo realizar el resguardado detrás de Josefa. Posteriormente Josefa, su familia y los que posiblemente habían delatado la presencia de la partida, salieron a la calle. 

 El General D. Alberto Rodriguez, les mando rendirse, pero los tres carlistas hicieron caso omiso a la orden, (Probablemente pensando que no obtendrían clemencia alguna), rápidamente el General D. Alberto Rodriguez ordenaría incendiar la taberna y con ella sus estancia superiores, para ello se utilizaría paja a la cual se daría fuego, provocando una gran humareda y llamas. 

 Seguramente el miedo, la asfixia por el humo y las promesas de clemencia si se rendían hieran salir a los tres carlistas, los cuales salieron de la casa antes de que el fuego aumentara, matándolos en el acto las tropas del General D. Alberto Rodriguez. 

 Al día siguiente de los hechos mencionado, a las 11 de la noche tocaron a la puerta de La Segarra, Josefa abrió la puerta y reconoció la voz del visitantes, era el de la partida que dio aviso a sus compañeros de la presencia del enemigo y después pudo huir. 

Josefa, informó al mismo de la batalla y muerte de sus seis compañeros, el muy afectado pidió dos copas de aguardiente bebiéndoselas, se fue probablemente afectado por la muerte de sus compañeros. A la mañana siguiente lo encontraron colgado en una higuera del Mas d’En Rieres (Cuevas de Vinroma), reconociéndose a este como nacido en la Iglesuela del Cid 

 En La Segarra actualmente aun son visibles la marca del fuego en algunas vigas pero por lo que se observa no se quemo totalmente, ni tan siquiera afecto a la estructura. La salida rápida de los tres “Matiners” salvo a la masía de ser quemada totalmente. 

 Morirían seis carlistas, de los cuales seguramente antes del enterramiento serian expuestos en publico en la plaza de Benassal, para escarmentar los carlistas, como habían hecho cinco años antes, con los cuerpos del brigadier Jose Miralles, “El Serrador” i el Coronel Vicent Barreda “Cova”. 

 En la Iglesia de Benassal se conservan tres actas de enterramiento fechadas el 10 de junio del 1849 que corresponden a tres carlistas “muertos por las tropas en La Segarra Alta de Vilar de Canes”; la de Ramon Fabregat Dalmau “Buena”, natural de Vilafranca, la de Marc Messeguer Granyana, natural de Canet, y la de Ramon Moya Querol, “Palauet”, natural de Morella. 

 De los otros tres muertos se ignora su identidad, pero uno (Que se colgó en Cuevas de Vinroma) era natural de la Iglesuela del Cid (Teruel). 

 Actualmente la Gaceta del Aula Bermudez de Castro, publica en su pagina web un articulo sobre una acción realizada por la Guardia Civil en Vilar de Canes, esta fechada el 12 de julio del 1849, las similitudes, semejanzas de la acción, numero de participantes y proximidad des fechas, nos hacer creer que se puede tratar de la misma acción que hemos descrito anteriormente, y que procede de la propia declaración de los descendientes de la propia Josefa Pastor, (Tradición oral) no obstante existes algunas contradicciones con la descrito anteriormente, pero dado el interés que puede presentar este articulo, lo reproducimos a continuación: 

“El 12 de julio de 1849 hallándose en Albocasser (Castellón) el Comandante Jose Navarrete, Jefe del Cantón Militar de Sant Mateu, con 14 hombres de la segunda sección de la Guardia Civil, a quien habían confiado la persecución de criminales del Maeztrazgo, supo que 7 ladrones se encontraban en el Termino de Vilar de Canes. Descubierto por los bandidos se adelanto a la carrera, los ladrones trataron de evadirse, pero tenían cortada la retirada por 4 guardias civiles al mando del Sargento Ramón Ramos, por lo que se refugiaron en una casa. En la cocina se empeñaron en la lucha matando el Sargento Ramón al bandolero Borras, luchando después con Bueña y dando muerte el guardia Francisco al bandolero Boira. El Comandante Navarrete tuvo contusiones junto con dos guardias y los cinco restantes salieron heridos”. 

La tercera guerra carlista. 1872-1876. 

El 17 de diciembre de 1874 se desarrollaría la acción de Vilar de Canes contra las tropas carlistas, en la cual intervendría el Batallón de reserva Barcelona nº 47 (Reserva 17), es el único dato que actualmente conocemos en relación con el desarrollo en Vilar de Canes de la tercera guerra carlista. 

Como dato anecrótico cabe destacar que en el año 1887 Vilar de Canes alcanzo la cifra máxima de sus habitantes con 723.